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    Aún cuando la crisis ha hecho que la inversión en seguridad en nuestros hogares haya disminuido, continuamos recibiendo, prácticamente a diario, llamadas de personas preocupadas por los robos que, por desgracia, siguen produciéndose en nuestros hogares, tanto en las ciudades, como en las zonas residenciales y en las casas de campo.

 

    Todavía hoy, la mayoría de estas llamadas son de personas que se interesan, en primer lugar, por la colocación de una puerta blindada, aún cuando la mayoría de los profesionales están avisando, desde hace bastante tiempo, que las puertas blindadas no ofrecen la seguridad suficiente para proteger nuestra vivienda, ya que los ladrones consiguen abrirlas sin demasiadas dificultades, y sin prácticamente hacer ruido, por lo que ni los vecinos ni, en el peor de los casos, los habitantes de la casa asaltada, se dan cuenta de que están intentando abrir la puerta.

 

    Seguimos recomendando, por tanto, la instalación de puertas acorazadas, que si bien no ofrecen una inviolabilidad absoluta, si que incrementa sustancialmente el nivel de seguridad del acceso a la vivienda.

 

¿Por qué una puerta acorazada?

 

    Nos centraremos en tres razones:

 

    Primera: El marco. Es habitual encontrarnos con puertas que han sido abiertas utilizando la fuerza sobre el marco, casi siempre de madera, ya que es un elemento accesible incluso para los ladrones menos experimentados, este caso se da más en edificios vacíos o zonas rurales, ya que requiere algo más de tiempo y ruido. Con una puerta acorazada correctamente instalada, el ladrón se encontrará con un marco de acero, atornillado sobre un premarco de acero, y este, a su vez, falcado fuertemente al muro con garras de acero que se insertan varios centímetros en el mismo.

 

    Segunda: La hoja. En una puerta blindada, las plancha o las planchas de acero que hay en el interior de la hoja no llegan a los extremos de la misma, ya que hay que dejar espacio suficiente para que se hagan, en la madera, los cajeados necesarios para la colocación de cerraduras y herrajes. En cambio, la hoja de una puerta acorazada esta fabricada completamente en acero, el revestimiento decorativo de la hoja se coloca sobre esta estructura de acero, con lo que el ladrón no podrá acceder a ninguna parte vital de la puerta cortando simplemente madera, si no que tendrá que vérselas con la estructura de acero de la puerta.

 

    Tercera: La cerradura. Las puertas blindadas montan cerraduras de seguridad, aunque esa seguridad es bastante menor que la de los bloques de cerradura de las puertas acorazadas, simplemente el tamaño de cerradura que permite uno u otro tipo de puerta, hace que puedan haber muchos mas elementos de seguridad y refuerzos en la cerradura de una puerta acorazada que en la de una puerta blindada. Y es aquí donde mas peligroso resulta tener un nivel menor de seguridad, ya que los ladrones con más experiencia van directamente a forzar la cerradura, porque produce mucho menos ruido y no pone sobre aviso a nadie, con lo que nos podemos encontrar con la desagradable sorpresa de no darnos cuenta que están intentando robar en nuestra casa hasta que vemos al ladrón al lado nuestro.

Una aclaración: Ninguna cerradura es segura, ni siquiera la de una puerta acorazada, sin no tenemos las vueltas de la llave echadas, es decir, si los bulones o pestillos no están anclados al marco y lo único que mantiene la puerta cerrada es el resbalón.

 

 

La importancia de una buena instalación

 

    Para que una puerta pueda ofrecer su nivel máximo de seguridad, es evidente que debe estar falcada con fuerza al muro y este debe ser, a su vez, lo suficientemente resistente.

 

    En nuestra experiencia nos hemos encontrado con casos en los que el marco de la puerta estaba sujeto al muro “con cuatro clavos”, en los que la suerte ha querido que no hayan intentado robar, puesto que la puerta se podría haber tirado abajo prácticamente con un simple empujón.

 

    Otro caso, aunque, hasta el momento, no ha sido frecuente, ha sido encontrarnos con que el muro que divide la vivienda de la zona común del edificio es de PLADUR, cuando es así hay que hacer una estructura de acero de techo a suelo para darle fuerza al conjunto, ya que de no hacerlo, el peso de la puerta acorazada podría ir dañando la pared hasta el punto de hacer que esta cediera.

 

  En todo caso, lo habitual es encontrarnos con muros de obra lo suficientemente resistentes y con marcos correctamente falcados. Aún así la labor del instalador muy importante, debe procurar producir el minimo daño en la pared en caso de que haya que quitar un marco antiguo para falcar el premarco de la puerta acorazada, falcar éste de forma que quede fuertemente unido al muro y colocar y ajustar la puerta para que funcione de forma correcta y suavemente 

 


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